Columna internacional: Jakob Ullegård: Transparencia rima con Chile – no con Dinamarca

La Ley danesa de Transparencia del 2013 restringió el acceso a la información pública a una parte de las labores de los funcionarios públicos de ministerios y comunas, a pesar de que la democracia funciona mejor a la luz del dìa, escribe Jakob Ullegård.

COMENTARIO: Chile ha implementado medidas de más alto impacto para garantizar la transparencia en el sector público que Dinamarca. La democracia prospera al ir aparejada con transparencia, y debemos recordar eso en Dinamarca, escribe Jakob Ullegård.

Por Jakob Ullegård
Crown Prince Frederik Scholar, Harvard Kennedy School

En 2013 una amplia mayoría del parlamento danés decidió “dejar en tinieblas” algunos ámbitos en los que antes era exigible el ejercicio del acceso a la información pública. Después de un extenso debate, se restringió la aplicación de normas de transparencia en el caso de actividades propias de la administración del Estado como por ejemplo la relación entre ministerios y agencias asesoras, y al intercambio de documentos entre los parlamentarios y los ministerios.

Ya que la democracia generalmente florece a la luz del día, varios partidos han querido subsanar este cambio, sin embargo, no ocurrió durante el último periodo electoral. Sin embrago, con la anulación del acuerdo parlamentario sobre la ley danesa de transparencia, hay oportunidades después de las elecciones y sería políticamente beneficioso inspirarse en el extranjero.

Chile en la mira
Normalmente, los daneses no mencionamos transparencia y democracia latinoaméricana en la misma frase, pero es hora de reevaluar esa postura. Porque, mientras el Parlamento danés ha decidido instalar cortinas blackout, en Chile las han sacado.

Los antecedentes apuntan a que la democracia chilena – que se ha recuperado después del largo régimen de Pinochet – ha vivido varios episodios de corrupción en los últimos años.

Por ello, una amplia mayoría del Parlamento chileno decidió que la mejor medida era introducir transparencia, lo que derivó en una nueva Ley de Transparencia, la cual en el 2009 creó una nueva institucionalidad: el Consejo para la Transparencia.

La entidad tiene cuatro representantes que se eligen por un período de seis años y que deben ser ratificados por una mayoría de dos tercios del Parlamento, y una nueva mayoría no los puede remover.

Este Consejo tiene derecho a sancionar a las autoridades o funcionarios públicos que no cumplen con los requisitos de transparencia establecidos en la normativa. Sólo los tribunales superiores pueden revertir sus decisiones, por lo que éstas tienen mucho peso.

 

Tres herramientas para la transparencia de Chile

Las herramientas se pueden dividir en tres:

En primer lugar, los ciudadanos y otras personas ahora ven extendido el derecho de acceso a la información pública, y deben recibir respuesta a sus solicitudes en un plazo de veinte días. La contestación de las autoridades debe ser rápida y bien fundada.

En segundo lugar, la actividad de los empleados públicos y los representantes electos debe ser informada públicamente. Esto aplica a contribuciones de campaña, reuniones de Lobby, regalos y viajes de autoridades y financiamiento de los mismos. Son individualmente responsables de las actualizaciones mensuales de esta información, cuestión que también se aplica a la actividad de los lobbistas.

En tercer lugar, deben publicitarse asuntos del ámbito personal de los empleados públicos y los representantes electos. Por ejemplo: propiedades, participación en sociedades y deudas, y en caso de que la pareja tenga asuntos relevantes que declarar, estos también deben salir a la luz.

Considerando todo lo anterior, el sistema chileno de transparencia es bastante amplio y en algunas áreas demasiado. Pero la dirección es clara – y en relación con una visita a Harvard- Marcelo Drago, ex Presidente del Consejo para la Transparencia, afirmó que hay cambios mensurables en la percepción de la política chilena.

Fue un shock para la administración chilena que la obligación a la apertura de repente fuera la norma, incluso sancionada con multas, pero hoy en día están cumpliendo con ello.  De hecho, la mayoría de los problemas vinculados a irregularidades o corrupción se presentan en las pocas áreas que fueron excluidas de la legislación, como la “seguridad nacional”.

Volver a la luz
En mi opinión, Dinamarca no tiene que ir tan lejos como Chile. Porque está claro que el elevado nivel de transparencia e información proporcionada tienen un precio.

Pero sería bueno que nuestro país se acercara a esa tendencia en vez de optar por la oscuridad.

La democracia florece a la luz del sol – y las autoridades y políticos daneses deberían trabajar para que eso ocurra en Dinamarca –  aunque eso a veces requiere de un irritante proceso de trabajo extra.

Vale la pena por nuestra democracia.

Jakob Ullegård fue director de las compañías navieras danesas hasta que recibió la beca de la fundación Crown Prince Frederik, con la cual estudiará un año MPA en la Harvard Kennedy School en los Estados Unidos. Su carrera profesional comenzó en la secretaría del partido para el Partido Liberal en el parlamento danés, y también ha sido asesor político en el Ministerio de Defensa y ha trabajado en Agricultura & Comida, la empresa danesa de energía Dansk Energi y la compañía telefónica danesa TDC.

 

“Normalmente no se suele referir a amplia transparencia y Latinoamérica conjuntamente, sin embargo, mientras el Parlamento danés limita el acceso a la información, en Chile la tendencia es totalmente la contraria”.

 

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